El discurso más famoso que jamás se ha dado ha sido el Sermón del Monte, el cual fue dado a miles por Jesucristo en la ladera de una montaña de Galilea. Hacia el final del discurso, Jesús pronunció estas asombrosas e importantes palabras:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” (Mateo 7.15)
“¡Guardaos!” significa estar atento a los peligros. Nos insta o exhorta a vigilar inteligentemente. ¿Acaso analizamos las ideas que hoy en día se nos imponen acerca de la vida?
¿Acaso analizamos los diferentes estilos de vida y valores que se nos ofrecen?
Lo que Cristo realmente está diciendo es:
“No seas descuidado con respecto a la vida, e indiferente a su propósito. No seas ingenuo y aceptes sin cuestionar todas las ideas con las que nos topamos y más bien piensa hacia dónde te diriges en la vida.”
¿Qué es lo que creemos acerca de esta vida, o acerca de la naturaleza humana o de los valores morales, o respecto de Dios?
Cuando Cristo advirtió acerca de los falsos profetas, no sólo se refería a maestros religiosos, sino también a no religiosos. Incluyó gente que hoy en día reta y contradice la moral y el mensaje de la Biblia.
Dijo que la gente que promueve ideas erróneas al respecto de la vida viene con vestidos de ovejas, lo cual significa que su mensaje no es amenazante. Nos ofrecen cualquier cosa que queramos.
Cristo dijo que las falsas ideas son como una puerta ancha y un camino espacioso. Son ideas populares que llaman multitudes, como lo son un estilo de vida tratando de obtener cosas materiales y satisfaciendo cada pasión o cosa que codiciemos. Muchas falsas ideas nos dicen que nos olvidemos acerca de Dios y de la moral, que olvidemos que tenemos que saldar cuentas ante Dios al final de nuestra vida. Se dice: “Haz todo para complacerte. Libera tu naturaleza animal y haz lo que quieras en la vida.”
¿Quiénes son las personas que enseñan estas cosas? Pues son aquéllos que hoy en día guían la sociedad, controlan los medios de entretenimiento, y promueven y legislan la abolición de los valores morales.
Pero, ¿cómo podemos reconocer quiénes son estos falsos maestros? Cristo dio esta regla infalible: “Por sus frutos los conoceréis”, lo cual quiere decir sus resultados. Mira los resultados de las ideas populares de hoy en día acerca de la vida. ¿Hacia dónde nos han llevado y qué han producido?
Se nos dice que nos deshagamos de estándares morales con excepción de algunos que protegen a otras personas de daños y pérdidas, tales como el asesinato, la violencia interpersonal, abuso de menores y robo. Todos los demás estándares deben desaparecer. Las distinciones de género son ridiculizadas, la homosexualidad es aprobada (en la mayor parte de la Unión Europea pronto será un crimen desaprobarla) y el sexo libre fuera del matrimonio es fuertemente promovido (con anticonceptivos regalados a adolescentes con objeto de eliminar las consecuencias y el aborto ofrecido como remedio si las cosas salen mal).
El orgullo está bien visto (la idea de sentirse bien acerca de uno mismo), la codicia, la avaricia, la embriaguez y otros excesos también son aceptados. Esto es “disfrutar”. La televisión está saturada de lenguaje bajo al por mayor y de ropa ligera que incita a la sexualidad y sensualidad. El egoísmo (llamado hoy en día “cuidarse a uno mismo”) es el estilo de vida ideal.
Pero, ¿qué han logrado los promotores y defensores (principalmente humanistas anticristianos) de estas ideas? ¿Han producido la sociedad sofisticada y liberal que clamaban resultaría? ¡El resultado es que no ha habido tanto engaño, robo, fraude, violencia, crueldad, vulgaridad, falta de respeto, pornografía, abortos, lujurias, adicciones, separaciones y divorcios, embriaguez, vandalismo, egoísmo, y miseria en la sociedad como lo hay hoy en día! ¡Qué desastre! Y la sociedad empeora cada día.
Esto no se dice por el placer de quejarse, sino porque prueba que los oponentes de la moralidad se han equivocado y sus ideas han fallado.
Hace no mucho tiempo leí en un artículo de un periódico que decía que las cosas siempre han estado así de mal. El autor mencionaba una banda de criminales de Elephant de los cincuenta con sus navajas, cadenas de bicicleta y puños de hierro. Noté por la fotografía del autor que no era lo suficientemente viejo como para haber estado en el tiempo de esa banda, pero todos los que si estuvimos, decimos que las cosas no estaban tan mal, ni siquiera una décima parte de lo que hoy es. Los atracos, por ejemplo, eran raros en esos días, y eran “llamados robos con violencia” y traían al infractor duras sentencias en prisión. Ahora es algo tan habitual que los malhechores casi nunca son atrapados. La sociedad se ha deteriorado de una manera irreconocible.
Las personas que han destruido los estándares Bíblicos han producido una ola de matrimonios rotos, caos y dolor y las cosas empeorarán mucho más. En su arrogancia han desechado los estándares centenarios y la sociedad está cosechando las consecuencias.
Cristo dice que esas personas son como “espinos y abrojos1”, pero son tan orgullosos que no aceptan su fallo, y son tan egoístas que no les importa el daño que eso hace a la gente. Parecen ser llevados por una pasión irracional de promover el pecado y atacar la fe Cristiana.
Hace no mucho tiempo, le fue dado a un ateo eminente una serie de televisión para presentar su odio hacia la fe en Dios. Dijo que la religión es la causa de todas las guerras y que se debería deshacer de ella.
¿Es que nunca escuchó de los millones que Stalin asesinó y de todas las otras matanzas por ideologías comunistas?
¿Acaso no sabía acerca de la larga lista de guerras territoriales que han dominado la historia y que no tienen nada que ver con religión?
¿Acaso era ignorante de las dos tan terribles guerras mundiales?
¿Qué lo obligó a decir esa tontería tan grande e incorrecta?
A pesar de ser un científico muy capaz, parecía haber olvidado la historia, y su prejuicio contra Dios fue llevado a tal extremo como para decir cosas tan tontas.
De hecho las guerras prueban las enseñanzas Bíblicas acerca de la depravación humana, que mientras todos son capaces de hacer algún bien, todos son débiles y pecaminosos al mismo tiempo. Las constantes guerras crueles sólo prueban que la Biblia está en lo cierto y los ateos no. Los ateos jamás serán moralmente constructivos, y sus ideas jamás producirán vidas decentes ni comunidades estables.
El maestro supremo es Cristo mismo, Quien es tanto Dios como hombre. Sus enseñanzas son perfectas y sus estándares son puros. Vivió una vida perfecta en la tierra y luego murió en terrible agonía cuando Dios Padre cargó en Cristo Jesús la culpa de todo aquél que confiaría en Él a través de la historia de este mundo, castigando a Cristo en su lugar.
Jesús vino a traer bendición eterna a hombres y mujeres y a dar un cambio interno, profundo y espiritual a todos aquéllos que crean en Él. Se levantó de los muertos y desde entonces ha cambiado la vida de millones de personas alrededor del mundo.
No confíes en los maestros dominantes actuales que moldean la sociedad y que están opuestos a Cristo y a sus estándares morales. No te dejes moldear por el ateismo. Averigua todo lo que puedas acerca de Cristo y búscale.